LOS AGRICULTORES ROMPEN CON EL CAPITALISMO
NARÉ SÁNCHEZ | 24 de diciembre de 2012
La Sociedad Cooperativa Cosecha Directa importa semillas a Canarias sin intermediarios, ofreciendo hasta un 40% de ahorro en los costes de producción. - "Se podrían crear hasta 10.000 empleos", sostienen.
Varios agricultores de papa canarios, encabezados por la Sociedad Cooperativa Cosecha Directa, han decidido romper con el capitalismo. Acuciados por los “excesivos” precios de la semilla de este tubérculo, han dejado de lado a los intermediarios para importarlas ellos mismos, abaratando así los costes hasta un 40%. De esta manera, confían en reimpulsar un sector en el que hace 40 años las Islas eran autosuficientes y ahora apenas se llega al 40% de producción propia.
Ya avisaron de sus intenciones hace algunos meses y ahora esta iniciativa es una realidad: el primer contenedor con semillas de papa importada sin intermediarios ya se encuentra en territorio canario y ahora esperan varios más que están en camino.
“Nuestra cooperativa tiene el mínimo ánimo de lucro. Lo que queremos es romper con el oligopolio capitalista que existe en este ámbito, dar paso a una economía social en la que primen las personas y no el capital y que nuestros agricultores puedan plantar de una manera más desahogada, ya que ahora mismo es imposible según están los precios”, asegura Antonio Suárez, presidente de la Sociedad Cooperativa Cosecha Directa, orgulloso de que “los trabajadores estén cogiendo la sartén por el mango”.
Los datos ofrecidos por esta cooperativa hablan por sí solos: la variedad conocida como ojo bonito, así como la picasso o cara, tiene un precio de entre 20 y 23 euros por saco en el mercado y ellos la ofrecen por un precio de entre 15 y 16 euros. Incluso en variedades blancas cuyo precio de mercado alcanza los 20 euros, esta iniciativa lo rebaja a unos 13 o 14 euros. Estiman que el ahorro por contenedor podría alcanzar los 5.000 euros.
Sin embargo, donde más se nota el ahorro es en la papa ecológica. Esta demandada variedad alcanza en el mercado el precio de hasta 30 euros por saco, rebajándola a la categoría de producto minoritario. La Sociedad Cooperativa Cosecha Directa ofrecerá en un futuro la posibilidad de importarla y venderla a los agricultores por 17 euros.
Uno de sus principales objetivos es la creación de empleo. Según Antonio Suárez, dos tercios de los terrenos agrícolas canarios se han abandonado, por lo que si se consigue abaratar los costes de producción con esta iniciativa, se podrían crear “hasta 10.000 puestos de trabajo directos e indirectos”.
“Queremos unir al sector agrario para que tengan en cuenta que mientras más barata sea la semilla más se va a plantar y más empleo se va a crear. Los agricultores, importadores y cualquier intermediario debemos estar unidos por el bien de Canarias, ya que la verdadera plaga que padece este sector es el atomismo agrario”, añade.
La cooperativa no solo ha decidido prescindir de los intermediarios en la importación de esta semilla, también se propone hacerlo en el suministro de la producción una vez cultivada, para lo que ha llegado a acuerdos con cadenas de distribución que operen directamente con los cosecheros. Incluso aseguran que la producción prevista con los primeros contenedores importados a las islas “ya está vendida y sin intermediarios”.
Otra clave de este intento de cambio de modelo es la financiación de la semilla. Los actuales importadores muchas veces financian el producto a los agricultores, lo que tiene como consecuencia -según indica Antonio Suárez- que a posteriori "los cosecheros se vean obligados a venderles la producción a estos a un precio menor, sobretodo porque estos importan papa que hace abaratar el precio a los productores canarios". Esta cooperativa busca fórmulas para poder ofrecer el pago de los sacos de semillas a seis meses de su adquisición, punto en el que se muestran muy optimistas con las negociaciones que se están llevando a cabo.
Además, según el presidente de la Sociedad Cooperativa Cosecha Directa, en los países exportadores de semillas hay disponibles hasta 300 tipos de papa, de los que el Archipiélago canario tan solo conoce un 10%. Otra de las posibilidades que ofrecen es ampliar la variedad de estas semillas para su importación, ofreciendo alternativas a los cultivadores y consumidores. "Es cuestión de ir probando variedades nuevas y para eso necesitamos la ayuda de los agricultores. Muchas veces nos imponen variedades que interesa plantar, sencillamente porque son de una misma representación", sostiene.
20% de ahorro en el cartón
Las iniciativas de estos agricultores en materia de ahorro de costes de producción no se reducen a la semilla de la papa y a su distribución. Otro problema acusado por el sector es el elevado precio del cartón de las cajas, encarecido también por los intermediarios.
Esta cooperativa ha conseguido importar, directamente desde China, cartón con un ahorro de hasta un 20% respecto al precio al que estaban acostumbrados, a pesar, incluso, de un tipo de AIEM del 15% a esta importación.
Sospechas de boicot
“Ciertos importadores, no todos, dirán que vendemos papas de consumo por papas de semilla, que la semilla que traemos no es de muy buena calidad y otros comentarios que podrían desprestigiarnos”, apunta Antonio Suárez. Incluso afirma que ya han sido informados de que se han presentado en Inglaterra –país de origen de sus importaciones - para intentar adquirir la representación de la semilla que están trayendo a las Islas. “Hablamos de mucho dinero que se quedan unos pocos. Es un monopolio muy atractivo, no solo para importadores, sino exportadores”, añade.
Sin embargo, afirman que seguirán luchando para “ayudar a todo el sector, ya sea de nuestra cooperativa como de cualquier otra asociación”, hasta que el tiempo les dé o no la razón. Para ello, ponen en alza “la unión, el trabajo y la vocación por el interés general”.
“Hace falta creer y apostar por la creación de empleo y desarrollar una estrategia donde se contabilice el cultivo de tierras abandonadas, sencillamente para demostrar que se puede crear empleo si todas las partes implicadas estamos unidos”, concluye Antonio Suárez.
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