martes, 26 de julio de 2016

¿Un 23F en Turquía?

Javi Mujika - A Jierro 24 Horas



Lo que podemos sacar en claro tras esto, es que tras un golpe fallido, mas de 250 víctimas y mas de 1400 heridos, entre civiles y militares, es que el gobierno calificado de autoritario con una gran trayectoria de denuncias por crimines contra los DD.HH. Ha recibido un espaldarazo con el que se va a sentir legitimado para realizar sus ansiadas reformas constitucionales para perpetuarse. El 23F Turco ha triunfado.



Ayer una rama del ejército de la República de Turquía protagonizo un intento del golpe de estado, en el que se tomaron posiciones tan importantes como el gran aeropuerto Atatürk en Estambul, tras el fracaso del golpe sabemos quien ha salido más beneficiado de este intento golpista ha sido el actual Presidente de Turquía, que ha salido como un hombre fuerte del Estado.

Fuente Imagen: Gokhan Tan/ Getti
Pero ¿A que se debe el intento de golpe de estado? Se debe al Kemalismo, el kemalismo es la ideología que profesan las fuerzas armadas y es la ideología sobre la que se sustenta la República de Turquía, la constitución de 1924 recoge los cincos principios del kemalismo. La ideología reinante en las FF.AA. Establece que cualquier contravención o desviación del orden constitucional, por ende de esos cinco principios, son asumidos por los militares como un error del pueblo, y requiere la intervención de las Fuerzas Armadas para restablecer el orden natural. Es un principio basado en el paternalismo autoritario que llevó Ataturk hasta su muerte, la del Partido Único, y así explicamos que en 1997 los militares intervinieran contra el gobierno de 1997 de corte islamista.

En este caso Erdogan que ha sido acusado de ser un gobernante autoritario con sus practicas de tolerancia cero y intervenciones militares contra militantes del PKK, barrios kurdos del este de Turquía y la persecución política de los militantes del HDP (Partido de izquierdas y prokurdo), esta atentando contra los principios básicos constitucionalista, con sus alianzas y apoyos a los islamistas tradicionales que piden la vuelta al califato (Abolido por Atatürk y organización prohibida en muchos países árabes) o los apoyos del Partido de Acción Nacionalista (Turanista y islamista de extrema derecha) que, con sus paramilitares lobos grises (en turco: Bozkurtlar), sembraron el terror contra los militantes políticos y sindicales de izquierda en Turquía. A estos se les une el mas grave que es el apoyo tácito al daesh contra Siria y los Kurdos con el envío de suministro y la compra de crudo. Con todo ello la deriva islamista del partido gobernante AKP (Partido de la Justicia y Desarrollo) se traducen en una desviación de los principios nacionales, el laicismo, y las FF.AA. Consideran que su deber sagrado es defender la integridad de Turquía, son los “Guardianes de la República”.

Así, pruebas de que lo que estuvo pasando fue un choque de dos tipos de nacionalismo, por un lado el laico y por otro el islámico, tenemos los apoyos por la calles de Erdogan al grito de “Alá es Grande” o la llamada de los imanes a acudir a la plazas para defender a Erdogan.

Estableciendo un paralelismo histórico con el Estado Español y ese 23F de 1982 es posible que la OTAN debido también al acercamiento a Rusia, prometiera apoyos a ese sector militar descontento para que se levantara en armas contra el gobierno de Ankara y su deriva islamista, y que, casualmente, cuando desde Alemania y EE.UU. Manifestaran su apoyo al gobierno de Erdogan los militares golpistas se rindieran, estando a merced de la población que acabaron linchando y decapitando a algunos de esos militares.

Lo que tenemos claro es que Turquía vive una polarización muy acusada, en un lado tenemos al AKP con sus aliados islamistas y el Partido de Acción Nacionalista frente a los que se consideran herederos del kemalismo y de Atatürk, el Partido Republicano del Pueblo (CHP) el denominado “Partido fundador de la Turquía moderna” y principal oposición del AKP, segunda fuerza política y las FF.AA. Descontentas con la deriva islámica del presidente Erdogan. Fuera de estos frente se encuentra el Partido Democrático de los Pueblos (HDP) y los partidos comunistas de Turquía que están enfrenados a ambos planteamientos nacionalistas.

El gobierno turco ya empezó a “islamizar” a las FF.AA. Pero tras este hecho va a acelerar el proceso, prueba de ello es que ya han sido depurados mas de 2.800 militares, entre los que se incluyen miembros del Estado Mayor y comandantes, otro número parecido de jueces y ha dictado una nueva orden de detención contra jueces del Tribunal Supremo, todo este proceso para acabar con el laicismo, en palabras del presidente de la República de Turquía “El golpe es un regalo de dios que servirá para limpiar el Ejército”.

El gobierno de Turquía asume que el cerebro de todo ello es Fetullah Gülen, un iman que goza de gran apoyo dentro de la policía y del poder judicial que se encuentra exiliado en EE.UU y que ha sido acusado directamente por Erdogan de ser el culpable del golpe de Estado, Turquía ya ha pedido su extradición, por el otro lado Gulën niega las acusasiones.

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